Genesis 37:8-36

8Y sus hermanos le dijeron: «¿Acaso reinarás sobre nosotros? ¿O acaso te enseñorearás sobre nosotros a?». Y lo odiaron aún más por causa de sus sueños y de sus palabras.

9José tuvo
Lit. Soñó.
también otro sueño, y se lo contó a sus hermanos, diciendo
Lit. y dijo.
: «He tenido
Lit. soñado.
otro sueño; y el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí».
10Cuando se lo contó a su padre y a sus hermanos, su padre lo reprendió, y le dijo: «¿Qué es este sueño que has tenido
Lit. soñado.
? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos vendremos a inclinarnos hasta el suelo ante ti f?».

11Sus hermanos le tenían envidia g, pero su padre reflexionaba sobre
Lit. guardaba.
lo que se había dicho i.

José va en busca de sus hermanos

12Después sus hermanos fueron a apacentar el rebaño de su padre en Siquem. 13Israel dijo a José: «¿No están tus hermanos apacentando el rebaño en Siquem j? Ven, y te voy a enviar a ellos». «Iré
Lit. Heme aquí.
», le dijo José.

14Entonces Israel le dijo: «Ve ahora y mira cómo están tus hermanos y cómo está el rebaño, y tráeme noticias de ellos». Lo envió, pues, desde el valle de Hebrón l, y José fue a Siquem. 15Estando él dando vueltas por el campo, un hombre lo encontró, y el hombre le preguntó: «¿Qué buscas?». 16«Busco a mis hermanos», respondió José; «le ruego que me informe dónde están apacentando el rebaño». 17«Se han ido de aquí», le contestó el hombre, «pues yo les oí decir: “Vamos a Dotán m”». Entonces José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán.

Complot de los hermanos de José

18Cuando ellos lo vieron de lejos, y antes que se les acercara, tramaron contra él para matarlo n. 19Y se dijeron unos a otros: «Aquí viene el soñador
Lit. Vean, este experto en sueños viene.
.
20»Ahora pues, vengan, matémoslo y arrojémoslo a uno de los pozos; y diremos: “Una fiera lo devoró p”. Entonces veremos en qué quedan sus sueños».

21Pero Rubén oyó esto y lo libró de sus manos, y dijo: «No le quitemos la vida
Lit. No hiramos su alma.
,
r».
22Rubén les dijo además: «No derramen sangre. Échenlo en este pozo del
Lit. que está en el.
desierto, pero no le pongan la mano encima». Esto dijo para poder librarlo de las manos de ellos y devolverlo a su padre.

23Y cuando José llegó a sus hermanos, lo despojaron de su túnica
O túnica larga.
, la túnica de muchos colores que llevaba puesta.
24Lo tomaron y lo echaron en el pozo. El pozo estaba vacío, no había agua en él.

José vendido como esclavo

25Entonces se sentaron a comer
Lit. a comer pan.
, y cuando levantaron los ojos, vieron una caravana de ismaelitas v que venía de Galaad con sus camellos cargados de resina aromática w, bálsamo x y mirra, e iban bajando hacia Egipto.
26Y Judá dijo a sus hermanos: «¿Qué ganaremos con matar a nuestro hermano y ocultar su sangre y? 27»Vengan, vendámoslo a los ismaelitas y no pongamos las
Lit. y no sean nuestras.
manos sobre él aa, pues es nuestro hermano, carne nuestra». Y sus hermanos le hicieron caso
Lit. escucharon.
.

28Pasaron entonces los mercaderes madianitas ac, y ellos sacaron a José, subiéndolo del pozo, y vendieron a José a los ismaelitas por veinte monedas de plata ad. Y estos se llevaron a José a Egipto ae.

Jacob llora a José

29Cuando Rubén volvió al pozo, José ya no estaba en el pozo. Entonces rasgó sus vestidos af; 30y volvió a sus hermanos y les dijo: «El muchacho no está allí ag; y yo, ¿adónde iré
Lit. iré yo.
?».

31Así que tomaron la túnica de José ai, mataron un macho cabrío, y empaparon la túnica en la sangre. 32Entonces enviaron la túnica de muchos colores y la llevaron a su padre, y dijeron: «Encontramos esto. Te rogamos que lo examines
O reconozcas.
para ver si es la túnica de tu hijo o no».
33Él la examinó
Lit. reconoció.
, y dijo: «Es la túnica de mi hijo. Una fiera lo ha devorado al. Sin duda José ha sido despedazado am».
34Jacob rasgó sus vestidos an, puso cilicio sobre sus lomos y estuvo de duelo por su hijo muchos días.

35Todos sus hijos y todas sus hijas vinieron
Lit. se levantaron.
para consolarlo, pero él rehusó ser consolado, y dijo: «Ciertamente enlutado bajaré al Seol
I.e. región de los muertos.
por causa de mi hijo aq». Y su padre lloró por él.
36Mientras tanto, los madianitas
Lit. Medanitas.
lo vendieron en Egipto a Potifar as, oficial de Faraón, capitán de la guardia.
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